28.11.10 - HOY - J. LÓPEZ-LAGO | BADAJOZ.
Ha sido diseñado por el profesor del Zurbarán José Pedro García, un apasionado de la astronomía
Ya hay mucha gente que no lleva reloj de pulsera, miran la hora en su móvil. José Pedro García ni siquiera necesita el teléfono. Sabe qué hora es mirando el sol, incluso la luna y las estrellas, pero esto último ya requiere unos conocimientos más avanzados. Doctor en Ciencias y profesor de Física y Química en el instituto Zurbarán, él es el responsable de que el nuevo parque Bioclimático, en Valdepasillas, tenga algo más que fuentes, juegos infantiles y bancos para sentarse. El equipamiento de este espacio público al aire libre inaugurado este mes también incluye un reloj solar. Lo ha diseñado él por amor al arte.
«Lo propuse al Ayuntamiento hace años. Primero en la Plaza de España, después cuando levantaron el bulevar de la avenida de Colón y finalmente me dijeron que este parque era buen lugar».
El que se ve allí en el suelo no tiene el típico listón vertical como se puede ver en otras ciudades. Es de tipo analemático por ser el menos vulnerable al vandalismo, ya que una simple placa en el suelo correctamente marcada y orientada es suficiente pues la sombra que proyecta la persona da la hora exacta.
Sólo hay que seguir las breves instrucciones que hay en un panel en torno al cual se arremolinan de vez en cuando los paseantes con curiosidad. Lo más normal es que surja el desafío de calcular ellos solos la hora que después cotejan con la de su reloj mecánico.
Si las nubes no lo impiden, hay que colocarse en un punto lo más ajustado al día del calendario, observar la propia sombra como si fuera la aguja del reloj y realizar una serie de cálculos que se basan en sumar una hora si es invierno o dos si es verano. Después añadir o quitar los minutos que indica una sencilla tabla según el día del año en el que estemos.
Con el norte perdido «
Creo que es un buen entretenimiento y muy didáctico para personas de todas las edades, ya que últimamente hay un exceso de confianza en la tecnología que nos ha ido desarraigando de la naturaleza. Ya hay poca cultura geográfica porque la gente no está acostumbrada a mirar al sol. Hoy día preguntas a cualquier joven dónde está el norte, el sur, el este o el oeste y no lo sabe. Con este reloj solar la intencionalidad es didáctica, estética y científica», dice este apasionado de la astronomía que colecciona relojes solares de todo tipo y tiene localizadas otras iniciativas similares en Badajoz que pasan desapercibidas, «como el que pusieron en la placita que hay junto a El Corte Inglés, donde el chorrito de la fuente es el reloj de sol, lo que pasa es que está mal colocado», advierte.
El del parque Bioclimático está diseñado concienzudamente. Primero hay que saber que el punto en el que se ubica está en una latitud de 38 grados, 52 minutos y 13 segundos y una longitud de 6 grados, 59 minutos y 28 segundos.
A partir de estas coordenadas y unas ecuaciones trigonométricas que permiten calcular la posición de cada una de las horas, se obtiene una tabla que se traslada al dibujo concreto que se plasma en el suelo, de cinco metros de ancho por dos y medio de largo y que también incluye una línea meridiana para distinguir por dónde sale el sol y por dónde se pone, levante y poniente.
José Pedro García está ahora encantando de que Badajoz se una a la lista de ciudades como Madrid, Barcelona, Murcia o Cádiz que cuentan con relojes de sol en sus calles. Tan sólo lamenta que en su propuesta del Bioclimático no se hayan incluido algunos elementos, como los signos zodiacales o un lema que invite a la reflexión. El que él había escogido para este reloj rezaba 'tempus fugit, virtus manet' (El tiempo pasa, la virtud permanece).
Parar y pensar....
Hace 6 días