domingo, 30 de octubre de 2011

125 aniversario del Teatro López de Ayala en Badajoz

Algunas direcciones:

El López de Ayala tiene pendiente recuperar 2.000 metros del ala izquierda que sigue cerrada
El Periódico Extemadura. 30 de octubre de 2011



BADAJOZ, AÑO 1886: SE ABRE EL TELÓN
Tal día como hoy, hace 125 años, el Teatro López de Ayala estrenó su primera función: una zarzuela
HOY, 30 de octubre de 2011

sábado, 29 de octubre de 2011

125 años de cultura teatral en la ciudad . . . o casi

Artículo publicado en HOY el 28 de Octubre de 2011, por Ángel Suárez, Profesor Titular de Universiad de Didáctica de la Matemática de la Universidad de Extremadura.

Siempre es conveniente que las sociedades miren atrás para recuperar sus señas de identidad, y más en tiempos como éstos, de crisis no sólo económica, sino de muchas cosas. Por eso, no está de más que Badajoz haga un ejercicio retrospectivo y recuerde su pasado cultural, porque sobre esta materia estamos ciertamente escasos.
El ejercicio de memoria que propongo nos transporta a 1886, exactamente al 30 de octubre, cuando el Teatro López de Ayala es, por fin, inaugurado. Fueron más de veinticinco años de incertidumbre los que se acaban con esa inauguración. No sé decir si es normal que un teatro tarde en construirse más de veinticinco años, pero en el caso del López de Ayala estaba justificado.
Por entonces Badajoz era una ciudad de apenas treinta mil habitantes, sin alcantarillado, sin apenas aceras, con calles por asfaltar, con enormes problemas de salud pública, con mucha población jornalera en paro y todavía escasa proyección comercial. Aún así, se disponía a cumplir un sueño; mejor, casi un imposible; convertir en realidad lo que pocos, muy pocos, creían realizable.
Más de un millón doscientas mil pesetas (¡qué lujo para esa época!) invertidas por el Ayuntamiento de la ciudad, obtenidas de la venta de propios y de endeudamiento; obras paradas y vueltas a reanudar, cuando había con qué costearlas, para, al final, venderlo a los constructores por sólo el diez por ciento de lo invertido, unos 750 euros de hoy, gracias a lo cual verá el final.
Tanto esfuerzo económico, tanta ansiedad y espera entre la población, bien mereció, es verdad, otra clase de inauguración. No era necesaria tanta sobriedad,precisamente el día que más debió celebrarse; como si lo que se ponía al servicio de la ciudadanía hubiera sido una cosa de nada; vamos, algo sencillo, sin sacrificios ni angustias. Gente `extraña´, como la definía la prensa de la época, ubicada en las mejores localidades, escasa iluminación con tubos rotos y ahumados, escasez de asientos para el público y, sobre todo, ausencia de ceremonial; así se
inauguró el teatro aquella noche del 30 de octubre de 1886, hace ahora ciento veinticinco años.
Cuando cien años después de su inauguración, en la década de los ochenta del pasado siglo XX, se planteó la restauración y recuperación del Teatro hasta dejarlo con el aspecto actual, nuevamente surgieron los `fantasmas´ de su venta y eliminación, como durante su construcción, tantas veces cuestionada y puesta en entredicho, calificada de `delirios de grandeza´ de una ciudad que todavía tenía que repartir pan a los pobres a las puertas del Hospicio. Esto sí que era `pan y teatro´, sin disyuntivas, ambas compatibles; ambas necesarias.
Esa lucha por la supervivencia del Teatro López de Ayala; esa tenacidad de quienes perseveraron en dotarnos con este `lujo´ cultural, bien merece un reconocimiento y una reflexión acerca de lo que la cultura representa para los pueblos, conscientes que apostar por ella será ruinoso en lo económico, pero necesario en lo social y espiritual.
Es difícil valorar qué nivel de influencia ha ejercido el Teatro López de Ayala en la vida de la ciudad y de sus gentes. No darse cuenta de ella no quiere decir que no haya existido. Como siempre ocurre, la importancia de las cosas la suelen destacar los de fuera. Cuando Badajoz contó con un teatro como el López de Ayala, las mejores compañías teatrales y de zarzuela incluyeron la ciudad en sus recorridos de temporada. Nuestra ciudad fue lugar de paso obligado camino de Lisboa. Por su escenario pasaron artistas de primerísimo nivel; la ciudad se convirtió en referente cultural, no sólo dentro de la región, sino también para nuestro vecino Portugal y la gente encontró un lugar de diversión y asueto para distraer las penurias del día a día.
Las temporadas teatrales se prolongaban desde octubre a febrero; había funciones casi todos los días de la semana, muchos día hasta dos; la asistencia media rondaba las 700-800 personas y qué decir de ese nueve de febrero de 1899 cuando la función organizada por las damas de la Cruz Roja a beneficio de los repatriados de la guerra de Cuba, y representada por aficionados, contó con la asistencia de más de 1500 personas, por encima del aforo del Teatro, ¡una auténtica locura!
Cuando la gente acudía a las 8:30 de la noche a las funciones del López de Ayala sabía que asistía a una fiesta cultural. Las funciones se prolongaban, con frecuencia, hasta pasada la medianoche. Tras un `aperitivo´ a base de una obra en un acto, una pieza musical o un concierto breve, se representaba la obra principal(comedia o zarzuela) generalmente en tres actos. Después, otra pieza menor o una rifa. Es fácil comprender que nadie quisiera irse a casa. El problema venía a la salida. La ciudad apagaba sus faroles a las doce de la noche. Volver a casa a oscuras y por calles sin asfaltar era una auténtica odisea; no queremos ni imaginar cómo sería en invierno, con las calles embarradas y encharcadas. Pero, había valido la pena.
Cuando se rememoran cosas, ya lo decíamos, constatamos las dificultades y valoramos los logros. Poder contar que el Teatro López de Ayala cumple ahora ciento veinticinco años de existencia, con sus luces y sus sombras (como todo), debe ser un orgullo y un acicate para continuar apostando por la cultura, dejando herencias, al menos, como las que nosotros hemos recibido.

Ángel Suárez Muñoz
Investigador sobre el Teatro en Badajoz

martes, 18 de octubre de 2011

La Universidad en Badajozy Extremadura

Tertulia en la Real Sociedad Económica de Amigos del País a las 20.00 horas en su sede de la calle Hernán Cortés.
La universidad en Badajoz y en Extremadura , en las que intervendrán como ponentes Lorenzo J. Blanco y Miguel Angel Fajardo, catedráticos y miembros de la Económica.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Es deseable otra forma de hacer política

Artículo publicado en el Diario HOY de Badajoz el 12 de Octubre de 2011

Es deseable otra forma de hacer política
El viernes 16 me quedé viendo un reportaje de ‘la 2’ sobre Pilar Miró. Era un reportaje de hace años hablando de su trayectoria profesional, en el que abordaron con profundidad su trayectoria con directora de cine y toda la maquinación que en su momento se formó contra ella. Creo que aquello fue un ejemplo de lo que no se debe hacer, pero que desgraciadamente ha seguido repitiéndose en política y que se ha extendido a otros sectores de la sociedad.
El reportaje tenía su tiempo pero el contenido podía trasladarse a múltiples situaciones y personajes conocidos y otros con menos protagonismo. Fueron muchas las reflexiones que me asaltaban la mente, algunas de las cuales quiero transmitir.
Su reconocimiento como excelente profesional y sus valores personales se señalaban como la base para que se le propusiera como directora del Ente de Radiotelevisión Española y en diferentes puestos relacionados con los medios audiovisuales. Su trabajo y decisiones fueron clave en la renovación y en la calidad de los programas de de TVE, y en la mejora del cine español. Ahora son reconocidos por la gran mayoría de profesionales, independientemente de su posición ideológica. Se dieron simultáneamente varias circunstancias: buena profesional reconocida en su ámbito, claridad en sus posicionamientos personales e ideológicos, proyectos definidos y compartidos y un fuerte carácter. Aspectos que no estarían mal reconsiderar para los diferentes nombramientos.
Probablemente, el éxito de su actividad o la envidia fuera el origen de la campaña que se desató contra ella desde algunos sectores internos al PSOE y desde el PP. En ambos casos, la actitud y comportamiento fueron deleznables. Este acoso le llevó a tener que dejar un puesto en el que estaba siendo útil y eficaz. Se lanzaron acusaciones contra ella que luego se demostraron que eran falsas y sin fundamento. Como se dice en la calle ‘se le dijo de todo, menos bonita’. También la justicia, aunque se la absolvió de las acusaciones, demostró poco sentido común y escasa profesionalidad. Incluso su máximo inquisidor popular pidió perdón por su forma de proceder contra ella, reconociendo que su actuación no había sido buena, ni en la forma ni en el fondo. Pero, no dimitió de nada y siguió con su actividad pública y su representación política. Los impulsores de la mentira y de la agresión se salieron con la suya, mientras que Pilar Miró y los ciudadanos, que nos beneficiábamos de su buen trabajo, salimos perdiendo.
El único resultado claro de la situación descrita fue prescindir de una profesional extraordinaria cuyo trabajo tuvo una repercusión evidente en la mejora de la Televisión y en la calidad y crecimiento del cine español. ¿Cuántos ejemplos similares podríamos poner?
No puede ser que la acusación infundada, o la supuesta crítica política con el objetivo de desprestigiar a la persona sea el argumento más frecuente en la política actual. No parece razonable que se hable más de las personas que de los proyectos que se defienden o de los principios que los fundamentan. Creo que es un error que se haya sustituido el debate de las ideas por el ‘y tu más’. Y lo creo, porque considero que la luz siempre viene del estudio, de la confrontación de ideas y de propuestas o del trabajo colaborativo. Esto nos hace crecer, lo anterior nos hunde. Este debe ser el camino para recuperar los espacios perdidos.
Probablemente, la repetición frecuente de situaciones como la que vivió Pilar Miró sea una de las causas por la que cada vez vemos más personas metidas en políticas que no cumplen ninguno de los aspectos que señalaba en el tercer párrafo. Hay personas muy valiosas que rechazan ocupar cargos de responsabilidad ante la posibilidad de que se repitan con ellas situaciones similares. Además los cotos privados se mantienen. Y que conste que miro para todos los lados.
A lo mejor es la época que nos ha tocado vivir. Pero el reportaje citado me recordó que otra forma de hacer política es posible y que si fuéramos capaces de recuperar ciertos valores sería mejor para la sociedad, en su conjunto, y para cambiar la imagen tan negativa que los ciudadanos tienen de los políticos y de los partidos políticos.

Lorenzo J. Blanco Nieto

jueves, 6 de octubre de 2011

Cursos en Perú

Del 11 al 13 de octubre dando cursos en Piura (Perú)