miércoles, 12 de octubre de 2011

Es deseable otra forma de hacer política

Artículo publicado en el Diario HOY de Badajoz el 12 de Octubre de 2011

Es deseable otra forma de hacer política
El viernes 16 me quedé viendo un reportaje de ‘la 2’ sobre Pilar Miró. Era un reportaje de hace años hablando de su trayectoria profesional, en el que abordaron con profundidad su trayectoria con directora de cine y toda la maquinación que en su momento se formó contra ella. Creo que aquello fue un ejemplo de lo que no se debe hacer, pero que desgraciadamente ha seguido repitiéndose en política y que se ha extendido a otros sectores de la sociedad.
El reportaje tenía su tiempo pero el contenido podía trasladarse a múltiples situaciones y personajes conocidos y otros con menos protagonismo. Fueron muchas las reflexiones que me asaltaban la mente, algunas de las cuales quiero transmitir.
Su reconocimiento como excelente profesional y sus valores personales se señalaban como la base para que se le propusiera como directora del Ente de Radiotelevisión Española y en diferentes puestos relacionados con los medios audiovisuales. Su trabajo y decisiones fueron clave en la renovación y en la calidad de los programas de de TVE, y en la mejora del cine español. Ahora son reconocidos por la gran mayoría de profesionales, independientemente de su posición ideológica. Se dieron simultáneamente varias circunstancias: buena profesional reconocida en su ámbito, claridad en sus posicionamientos personales e ideológicos, proyectos definidos y compartidos y un fuerte carácter. Aspectos que no estarían mal reconsiderar para los diferentes nombramientos.
Probablemente, el éxito de su actividad o la envidia fuera el origen de la campaña que se desató contra ella desde algunos sectores internos al PSOE y desde el PP. En ambos casos, la actitud y comportamiento fueron deleznables. Este acoso le llevó a tener que dejar un puesto en el que estaba siendo útil y eficaz. Se lanzaron acusaciones contra ella que luego se demostraron que eran falsas y sin fundamento. Como se dice en la calle ‘se le dijo de todo, menos bonita’. También la justicia, aunque se la absolvió de las acusaciones, demostró poco sentido común y escasa profesionalidad. Incluso su máximo inquisidor popular pidió perdón por su forma de proceder contra ella, reconociendo que su actuación no había sido buena, ni en la forma ni en el fondo. Pero, no dimitió de nada y siguió con su actividad pública y su representación política. Los impulsores de la mentira y de la agresión se salieron con la suya, mientras que Pilar Miró y los ciudadanos, que nos beneficiábamos de su buen trabajo, salimos perdiendo.
El único resultado claro de la situación descrita fue prescindir de una profesional extraordinaria cuyo trabajo tuvo una repercusión evidente en la mejora de la Televisión y en la calidad y crecimiento del cine español. ¿Cuántos ejemplos similares podríamos poner?
No puede ser que la acusación infundada, o la supuesta crítica política con el objetivo de desprestigiar a la persona sea el argumento más frecuente en la política actual. No parece razonable que se hable más de las personas que de los proyectos que se defienden o de los principios que los fundamentan. Creo que es un error que se haya sustituido el debate de las ideas por el ‘y tu más’. Y lo creo, porque considero que la luz siempre viene del estudio, de la confrontación de ideas y de propuestas o del trabajo colaborativo. Esto nos hace crecer, lo anterior nos hunde. Este debe ser el camino para recuperar los espacios perdidos.
Probablemente, la repetición frecuente de situaciones como la que vivió Pilar Miró sea una de las causas por la que cada vez vemos más personas metidas en políticas que no cumplen ninguno de los aspectos que señalaba en el tercer párrafo. Hay personas muy valiosas que rechazan ocupar cargos de responsabilidad ante la posibilidad de que se repitan con ellas situaciones similares. Además los cotos privados se mantienen. Y que conste que miro para todos los lados.
A lo mejor es la época que nos ha tocado vivir. Pero el reportaje citado me recordó que otra forma de hacer política es posible y que si fuéramos capaces de recuperar ciertos valores sería mejor para la sociedad, en su conjunto, y para cambiar la imagen tan negativa que los ciudadanos tienen de los políticos y de los partidos políticos.

Lorenzo J. Blanco Nieto

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