martes, 16 de febrero de 2010

La Económica impulsa un proyecto para salvar el Fuerte de San Cristóbal


Buscan financiación para un gran complejo con usos turísticos, formativos, hosteleros y deportivos

12.02.10 - HOY
ROCÍO ROMERO BADAJOZ

LA PROPUESTA
Centro de interpretación de la Eurorregión Extremadura-Alentejo-Centro.
Centro de Estudios Ibéricos.
Museo de Historia Militar y de Fortificaciones de la Raya.
Complejo hostelero. Cafetería, restaurante y salón de actos.
Centro de información y dinamización turística.
Parque forestal ibérico.


La Real Sociedad Económica de Amigos del País ha puesto sobre la mesa del alcalde, Miguel Celdrán, un proyecto para salvar el Fuerte de San Cristóbal de la degradación que está sufriendo. Un grupo de siete profesionales de reconocido prestigio en la ciudad han unido sus fuerzas para crear una iniciativa que va más allá de lavar la cara a la antigua construcción militar.
Proponen crear un centro de interpretación de la Eurorregión, trasladar el centro de Estudios Ibéricos, fundar el museo de la Historia Militar y de Fortificaciones de la Raya, un complejo hostelero con cafetería y restaurante, un centro de información y dinamización turística y un parque forestal ibérico.
Persiguen un objetivo doble: recuperar el fuerte y conseguir la calificación de Patrimonio Mundial (que concede la Unesco) para los recintos fortificados de la raya hispanoportuguesa centrados en la instalación pacense.
¿Quién está detrás?
El proyecto está impulsado desde la Económica, pero firmado por un grupo de trabajo formado por su presidente, Francisco Pedraja, como director y asesor histórico; José María Pedraja, coordinador y responsable del estudio museográfico; el arqueólogo José Antonio Espada; el arquitecto Francisco Hipólito; el investigador y asesor militar Álvaro Meléndez; el ingeniero forestal Enrique Balbuena y el empresario y mecenas Bartolomé Gil Santacruz.
«Lo haríamos el grupo que hemos formado. Estamos convencidos de que las administraciones están absorbidas por sus responsabilidades», explica Francisco Pedraja.
Todos han puesto su empeño en que su iniciativa salga adelante. De ahí que se hayan reunido con el alcalde, Miguel Celdrán, para hacerle entrega de una copia de la iniciativa, al igual que se la han hecho llegar a la directora general de Patrimonio, Esperanza Díaz, y han solicitado un encuentro con la consejera de Cultura, Leonor Flores. En la ronda de encuentros también se han reunido con el presidente de Caja Badajoz, Manuel García Peña, que también ha mostrado interés.
El grupo se pondrá manos a la obra a partir de ahora para calcular el coste de la actuación, buscar la financiación necesaria y elaborar los planos. Hasta tienen claro que la mejor fórmula para que esta idea saliera adelante sería crear un consorcio en el que estuvieran representadas las cuatro administraciones y que lideraría el Ayuntamiento, que es la propietaria del fuerte. La sociedad económica se encargará de canalizar el desarollo de la iniciativa.
La idea que plantean para este fuerte abandonado pasa por crear un gran complejo de forma que ofrezca varios atractivos a los visitantes. Será un lugar donde puedan acudir familias a pasear por el parque, merendar en la cafetería, ver el museo militar y conocer más sobre los aspectos que unen a los pueblos de ambos lados de la raya. Además, el fuerte siempre tendría actividad gracias al Centro de Estudios Ibérico, que depende de la Universidad de Mayores. Pretenden conseguir un «centro cultural y turístico vivo, dinámico y práctico».
El proyecto incluye recuperar el cerro de San Cristóbal con especies ibéricas propias de los paisajes atlánticos y mediterráneos con esculturas al aire libre y un circuito para actividades deportivas. Proponen también construir aparcamientos y una edificación exterior de una planta complementaria para uso turístico junto a la vía de acceso al recinto.
El grupo señala que la importancia del fuerte se encuentra en sí mismo y no tanto en las construcciones interiores en estado de ruina, que son posteriores. La estructura principal se encuentra casi íntegra y sobre ella pretenden realizar un estudio arqueológico de los muros y su recuperación.
Tanto dentro como fuera pretenden realizar excavaciones arqueológicas, ya que su ocupación se remonta al tercer milenio antes de Cristo. El grupo pretende documentar los hallazgos e integrarlos en la nueva edificación dependiendo de la importancia que tengan.
Realizarán un profundo estudio del diseño de todos los edificios para su integración en el fuerte, que cumplan la normativa y las recomendaciones en materia de patrimonio histórico y cultural. Seguirán las líneas de sobriedad militar, geometría de líneas, amplios vanos y materiales propios de la región, como pizarra de Villar del Rey, granito de Quintana de la Serena y mármol de Estremoz.
Aunque se conservarán los edificios cuartelarios del siglo XX, la estructura y planta del fuerte será la base del complejo, los baluartes de las esquinas podrían ser terrazas y crearían una escalera de doble rampa que conecte el complejo con el paseo de ronda.

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