HOY. 08.02.10
TANIA AGÚNDEZ BADAJOZ.
LOS DATOS
146.832
habitantes residían en Badajoz en 2008, según el padrón municipal. Cifra que actualmente asciende a 153.337
12.335
ciudadanos están vinculados a la ciudad por estudios, trabajo o segunda vivienda pero no están empadronados.
88.076
es la población que, aunque no reside en Badajoz, se siente atraída comercialmente (por razones sanitarias, de ocio o administrativas) por el municipio y se desplaza habitualmente al mismo para realizar sus compras más importantes.
8.032
personas están vinculadas a la localidad por turismo, pernocten o no en ella.
Una ciudad no sólo prospera y progresa gracias a los habitantes que residen en ella. Los ciudadanos que a menudo se desplazan hasta el lugar por diferentes razones también contribuyen a engrandecerla. Badajoz es todo un ejemplo de este comportamiento. La capital pacense cuenta con una población vinculada, pero no residente, de 108.443 personas. Así se desprende del Atlas Socioeconómico de Extremadura 2009, un trabajo realizado por la Universidad Autónoma de Madrid que, entre otros parámetros, ha analizado la incidencia de este grupo demográfico en la ciudad.
Dicho documento recoge que cada día Badajoz acoge a 12.335 habitantes que trabajan o estudian en el municipio pero que no están empadronadas en él. Indica que otras 88.076 se sienten atraídas comercialmente y se trasladan asiduamente tanto para realizar sus compras más importantes así como para cubrir sus necesidades sanitarias, de ocio o administrativas. Del mismo modo, se estima que una media de 8.032 personas visita la ciudad por motivos turísticos, teniendo en cuenta tanto a las que pernoctan como a las que no lo hacen.
Con todos estos datos el citado estudio determina que la 'carga poblacional' de Badajoz se eleva a 255.275 individuos, teniendo en cuenta que toma como referente el padrón municipal correspondiente al 1 de enero de 2008 que recoge 146.832 residentes, cifra que asciende actualmente a 153.337.
Aunque estos indicadores se refieren a la población no residente que acude a la localidad en un día medio del año, los expertos discrepan de este cálculo. Argumentan que no es posible que diariamente se desplace tal cantidad de gente porque quedaría literalmente colapsada. «Desde el punto de vista urbanístico no es viable. No hay plazas de aparcamientos ni hoteleras suficientes. No se cabría en los centros comerciales», apunta Artemio Baigorri, sociólogo y docente en la Universidad de Extremadura. «No es coherente. Sólo hay que tener en cuenta que cuando hay un día festivo en Portugal vienen a Badajoz unos seis mil o siete mil visitantes y llenan la ciudad. En cuanto al turismo, la estancia media en un día muy bueno puede llegar a unas 1.000 personas», explica Antonio García Salas, director de Itae.
Sin embargo, ambos coinciden en que la capital pacense es el núcleo urbano de Extremadura que más ciudadanos articula y atrae. Así, entendiendo a esos 108.443 usuarios como la población flotante, es decir, aquella que acude de una forma habitual para desempeñar tareas profesionales, intelectuales, comerciales o de negocio, no dudan en señalar la importancia sobre todo económica que tiene para la ciudad. «Nunca es una desventaja. Todo el que se acerca viene para hacer algo, estudiar, trabajar, consumir ocio o servicios, etc. Aportan riqueza. Contribuyen al crecimiento de organizaciones como la Universidad y empresas. El balance es distinto si se realiza desde el punto de vista de los presupuestos y la fiscalidad municipal. En ese caso puede no salir rentable porque también generan gastos de limpieza, seguridad etc.», indica Baigorri.
Además de obtener ingresos por proporcionar productos y servicios a este área de influencia, el municipio también se beneficia de estas circunstancias en otros ámbitos. Por ejemplo, gracias a la demanda administrativa y de ocio, entre otros servicios, Badajoz puede dotarse de unas infraestructuras que no podría tener si no hubiese esa concentración poblacional. «La oferta de cine, teatro y sanidad privada existe porque gran parte de los usuarios que la requieren procedentes de otras localidades vienen aquí a consumirla», afirma García Salas. Desde la perspectiva cultural también hay ventajas. El hecho de que la Universidad sea una atracción para los jóvenes de otros lugares aporta mucha riqueza intelectual. «Badajoz captura talentos. Vienen personas que no podrían desarrollar sus capacidades en municipios más pequeños», sostiene.
El director de Itae también advierte de que pueden existir inconvenientes. «Este grupo demográfico no paga sus impuestos en la ciudad. Además, los municipios se financian mediante la transferencia de unos fondos nacionales que están relacionados con la población, pero ese colectivo al no estar empadronado no computa». Además, el bienestar ciudadanos se puede ver en ocasiones alterado. «Los días en los se concentran muchas personas en Badajoz se crean incomodidades relacionadas con la movilidad y el aparcamiento», asevera.
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