MUESTRA ANTOLOGICA RETROSPECTIVA.La Diputación de Badajoz acoge una exposición de la obra de Díaz como dibujante, ilustrador, caricaturista y pintor, con motivo del primer centenario de su nacimiento.
13/02/2010 F. L.
Miguel Angel, hijo de Joaquín Díaz, ante un autoretrato del artista, en el centenario de su nacimiento
Foto:S. GARCIA
Badajoz era un páramo triste en los años 40, amargo para buena parte de una capital de provincias pasada a sangre y fuego en la guerra civil. Era un lugar distante de casi todas partes al que, sin embargo, quien llegaba y lo conocía acababa por quedarse. Fue el caso de Joaquín Díaz y Díaz de la Riva, un artista e ilustrador de numerosos medios de ámbito local, regional y nacional, perito por la Hispalense, que llegó como amigo de un gobernador civil (1944) para hacer de secretario y que, tras conocer "a mi madre, se quedó", según cuenta Miguel Angel, uno de sus cinco hijos.
La Sala Vaquero Poblador de la Diputación de Badajoz acoge estos días una exposición antológica y retrospectiva del dibujante e ilustrador, sobre todo, pero también del pintor que fue Díaz (Morón de la Frontera, 1910-Badajoz, 1967), con motivo del primer centenario de su nacimiento.
La muestra presenta trabajos de su etapa madrileña como dibujante en numerosas revistas literarias, de cuentos, caricaturas, hasta su etapa en Badajoz, donde fue un hombre conocido y reconocido por todos y desde donde mantuvo sus colaboraciones en la prensa, tanto gráficas como literarias.
Abrió su primera exposición en lo que entonces era el casino, el mismo lugar que hoy es sede de la diputación y que acoge su antológica, a la que asistieron los cincos hijos del personaje.
Díaz, además de la secretaría del gobernador llevó protocolo en la diputación, al tiempo que publicaba sus ilustraciones y caricaturas en La Hoja del Lunes, Hoy, numerosas revistas y libros de autores como Antonio García Oriozabala, Luis Chamizo, Pardo Bazán, Arturo Contín o Manuel Pacheco, entre otros.
Otra faceta de Díaz fue la del cartelismo, que cultivó con éxito, pues ganó varios e importantes premios, como los de la Exposición Nacional del Libro del Mar en Barcelona, de San Juan y Semana Santa de Badajoz, Bienal de Arte Hispanoamericano, o las postales sobre la Batalla de La Albuera. "Pero sobre todo, le consagraron como caricaturista de prensa sus retratos psicológicos", explica Miguel Angel.
Su labor creativa lo llevó a un creacionismo impresionista influenciado por amigos pintores como Fernández Torrado, Fernández Moreno, González Willemenot, Pedraja, Báez, Grajera, Vaquero o Silveira, entre otros. También compartió tertulias con Manuel Machado, DIors, Rafael Sánchez Mazas o Adriano del Valle, además de las que mantuvo en Badajoz, en La Marina y El Aguila. Julio Cienfuegos dijo de él que "será un buen pintor impresionista con una importante cargazón literaria".
Miguel Angel muestra algunos dibujos rápidos que salieron de su mano, "eran los sablazos a los amigos; tenía cinco hijos y siempre estaba trabajando", hasta que falleció a los 57 años, querido por todo tipo de gente, desde políticos y militares, a artistas, profesores, cantaores, músicos poetas, pintores o eruditos.