A LA ÚLTIMA'F.heit', el mensaje reformulado
Muestra su evolución entre 2005 y 2012, desde la pintura a una obra interdisciplinar "más compleja"
08 - II - 2012 El periódico Extremadura Fernando León
Luis Costillo en la exposición 'Fahrenheit 2012', ante dos obras de la serie 'Babel', en la Biex. Luis Costillo en la exposición 'Fahrenheit 2012', ante dos obras de la serie 'Babel', en la Biex. Foto:OTO
"El título responde a una idea sobre la que comencé a trabajar en el 2005, que entonces tenía relación, más que con la destrucción de libros, con posibles maniobras para hacer que la gente se olvide del contenido de los libros; no expresamente a su quema". De este modo encuadra el artista y diseñador gráfico Luis Costillo 'Fahrenheit 2012', su nueva exposición en Badajoz, que se puede visitar, con curiosidad y con paciencia, en la Biblioteca de Extremadura.
La muestra consta de numerosos trabajos de Costillo, realizados en muy diversos formatos y tratamientos entrelazados, con textos enmarcados y arte encuadernado, en los que las letras y las palabras se convierten en la base de dibujos y elaboraciones gráficas que también se mezclan con la fotografía y el collage.
De ese modo, el autor pretende "reformular mensajes que van implícitos en la obras y que previamente descontextualizados cobran un sentido propio", según el autor.
Esos mensajes los entresaca Costillo de la prensa, de los sueños, de la publicidad, de textos ajenos reinterpretados para plasmar en sus trabajos reflexiones y críticas en las que juega con el humor, la ironía, el desencanto y la desesperanza como cuenta Costillo en uno de sus textos de presentación, y como se puede apreciar en su forma de abordar, el consumo, la locura, la violencia o la guerra.
La exposición consta de una serie de libros en pequeño y gran formato elaborados y encuadernados con láminas, textos y composiciones híbridas, libros objetos, poemas visuales, objetos poetizados y textualizados, series de dibujos como 'Babel', o de dibujo sobre grabados y fotos como 'Los sitios de Badajoz' o 'Mérida entablada'.
En 'Las puertas de la locura', por ejemplo, titula cada uno de sus doce trabajos con nombres de personas recluidas en centros para enfermos mentales o que se han autoencerrado "en sus propias celdas. Allí desarrollan una obra y que les abrió los ojos a las puertas de la verdadera libertad, la que no existe. Desde el caos hacia el caos".
Luis Costillo ha ido dejando paulatinamente la pintura desde el 2005. "No ha sido brusco, pero la pintura ya me hastiaba, la mía y la que veía, me parecía algo monótono; antes iba a Madrid y me empapaba de galerías y salas; ya empieza a aburrir", cuenta.
Ahora, añade, "no hay estilos ni movimientos, pero sí modas que cambian muy rápido". En su opinión, ahora cuenta "muchas historias" y lo hace de muy diversos modos, pues "esto es más complejo que la pintura, más intimista y personal", aunque a la vez, esos temas de actualidad y cotidianos se comunican de forma "menos íntima".
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