Un proyecto prevé recuperar la ribera del Zapatón para convertirlo en un atractivo turístico. Al embalse acuden pescadores y senderistas, pero no cuenta con zonas de baño habilitadas. La única infraestructura es un merendero y un aparcamiento junto a la presa
07.08.11 - HOY - ANTONIO GILGADO | BADAJOZ.
Además de por senderistas y pescadores, el embalse de Villar del Rey, suele estar muy frecuentado cuando llueve mucho en otoño. No son pocos los vecinos de la zona que se acercan a ver como la presa desembalsa agua, algo que suele ocurrir con relativa frecuencia al tratarse de un pantano de poca capacidad (131 hectómetros cúbico frente a 3.200 en La Serena, por ejemplo).
Con cierta sorna, un trabajador de la Confederación Hidrográfica del Guadiana en la presa dice que para esta temporada, si las lluvias son abundante y la presa rebosa, se podría poner un puesto para dar chocolate caliente a los visitantes. «El año pasado parecía una romería, se llenaba de gente».
Más allá de la broma del operario, el comentario ilustra lo que, hasta ahora, se puede entender como el principal atractivo de la Peña del Águila, nombre con el que también se conoce al enclave.
Pero la situación puede cambiar en los próximos años. Desde el Ayuntamiento de Villar del Rey, su alcalde, Moisés García, confirma que hay un proyecto de recuperación de la ribera del río Zapatón. Se trata de diseñar un corredor fluvial en los casi dos kilómetros que van desde la presa hasta la zona conocida en el pueblo como el Molino de Canín. El día que esta obra se ejecute, (de momento no hay una fecha concreta ni presupuesto cerrado) desaparecerá la maleza y se habilitarán zonas de baño en algunos puntos.
Además del río, Moisés García explica que también quieren potenciar el pantano como destino de ocio en verano. No hay una zona especialmente dedicada para el baño y resulta peligroso hacerlo, nada que ver con lo que ocurre en otros espacios de agua dulce de la provincia como el de Orellana o el Zújar en La Siberia.
Los pocos bañistas que se atreven a sumergirse en el pantano suelen ser vecinos del pueblo o pescadores que conocen el terreno y los accesos más apropiados. El alcalde de la localidad, elegido en las últimas elecciones por el partido Socialistas Independientes de Villar del Rey, explica además que también se va impulsar el piragüismo, una actividad que no se practicaba en estas aguas desde hace años.
El embalse cuenta con muchas posibilidades: se ubica a 32 kilómetros de Badajoz (algo más de 20 minutos en coche) y está abrigado por las estribación de la Sierra de San Pedro, que en este punto se llama Sierra del Águila.
Aunque para algunos pase desapercibido, José Sansegundo, un hostelero de Badajoz que regenta desde hace ocho años junto a su familia el Restaurante Oasis, defiende con vehemencia el encanto que guarda la Peña del Águila. Su cafetería se puede considerar la principal infraestructura hostelera de la zona. Se encuentra a la salida del pueblo, pegada a la ribera del Zapatón y en el cruce con la carretera estrecha que lleva a la presa. Durante la semana vive de los menús del día que ofrece a los trabajadores y gente de paso, pero los fines de semana intenta explotar al máximo su estratégica situación.
José se lamenta de que los márgenes del río que hay junto a su restaurante estén comidos de maleza y que ni tan siquiera le dejen quitar una zarza. «Los del Seprona no dejan tocar nada». Si se recupera la zona, tiene previsto rebajar parte de su terreno para poder instalar su terraza de verano junto a la orilla del río.
Cree que si se adecuara el entorno «mínimamente» y la presa soltara agua los fines de semana para que el agua estuviera más limpia de viernes a domingo vendría mucha gente de Badajoz en verano a bañarse.
José conoció el esplendor del Zapatón lleno de bañistas en otros tiempos pero el río se fue degradando y los visitantes de Badajoz y Montijo dejaron de parar. Los vecinos del pueblo tampoco acuden desde que abrieron la piscina municipal hace años.
En el pantano, de momento, la única infraestructura para visitantes la forman un merendero que hay junto a la presa y un camino perimetral para senderistas que discurre por todo el embalse, quizá por eso en verano cueste encontrar algún coche en el aparcamiento que hay junto a la presa. Los únicos vehículos corresponden a la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Pero llegará el otoño, y si las lluvias son cuantiosas, seguro que aumentan las visitas
Parar y pensar....
Hace 6 días
1 comentario:
Badajoz, tiene uno de los términos municipales más grandes de España, con unas posibilidades inmensas. Es una pena que no se aprovechen para beneficio de la ciudad y de sus ciudadanos.
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