El Museo de la Ciencia busca sede

26.09.11 - HOY - A. GILGADO | BADAJOZ.

La Junta se comprometió en el año 1999 a construirlo antes de 2003, pero todavía es una aspiración
Se han propuesto hasta cuatro emplazamientos distintos para acogerlo
La ciudad no tiene todavía un Museo de la Ciencia, aunque si los políticos cumplieran su promesa, lo tendría desde el año 2003.
La idea se fraguó en 1999 por la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País -conocida popularmente como La Económica- y la Junta de Extremadura recogió el guante.
En unas jornadas sobre Museos del siglo XXI celebradas en Mérida en 1999, la entonces directora general de Patrimonio de la Junta, Aurora Ruiz Mateos, confirmó que la consejería de Cultura ya tenía ultimado un proyecto museístico para para construir en Badajoz un Museo de la Ciencia y la Tecnología. La representante de Cultura no detalló entonces la ubicación ni fijó un plazo para abrirlo, pero sí se comprometió a terminar el museo antes de que finalizara la legislatura, es decir, antes de 2003. Pero los planes no se cumplieron y la idea se guardó en un cajón.
Fuentes cercanas al proyecto de entonces explican que desde la Junta les propusieron una especie de pacto en el que les instaban a aplazar la reivindicación del museo hasta que concluyera el Palacio de Congresos que la Junta de Extremadura levantó en la Ronda del Pilar.
Con esta obra ya terminada, desde La Económica volvieron de nuevo a reivindicarlo. En los últimos años han alentado el debate sobre su necesidad y han sumado organismos y asociaciones a la causa, incluso se ha formado un grupo en la red social Facebook con más de dos mil seguidores.
El último paso que han dado en esta particular lucha lo protagoniza la finalización de un primer borrador pagado por Caja Badajoz que recoge varias propuestas para desarrollar el proyecto.
El documento se empezó a elaborar desde mediados de febrero y en las próximas semanas se conocerá su contenido.
En todo este proceso, al Museo de la Ciencia se le ha ubicado en diferentes sedes. Cada vez que un edificio o inmueble quedaba libre, algún colectivo o partido político proponía instalarlo allí. Desde La Económica siempre han defendido que la opción más atractiva pasa por instalarlo en la antigua central hidroeléctrica de La Pesquera. La ubicación ganaba enteros con la obra de rehabilitación del tramo urbano del Guadiana, pero de momento, entre los planes de la Confederación para esta obra no entra reconvertir la antigua central en un Museo del Agua. Como explica Antonio García Salas, vicepresidente de La Económica, existe muy buena voluntad por parte de todos, pero un compromiso real no se ha materializado. La opción de la Pesquera es la preferida, pero también se barajan otras alternativas. García Salas aclara que esta elección no ha seguido un criterio técnico. «Puede que a lo mejor un estudio de capacidad del edificio no recomiende hacerlo, ahora es la mejor elección por su ubicación y su entorno».
Los planes alternativos de los impulsores pasan por reutilizar el cuartel de Sancha Brava o por construir un edificio nuevo en la margen del río Guadiana, pero también han sugerido el inmueble que ahora deja libre de Caja Badajoz en San Francisco o incluso llevarlo al campus universitario, donde se estudian muchas titulaciones científicas y técnicas de la Universidad de Extremadura.
La nómina de proposiciones no termina aquí, porque cuando se habló de que el Fuerte de San Cristóbal podría acoger algún museo con su rehabilitación, también hubo quien aprovechó para recordar la aspiración pendiente con el Museo de la Ciencia, que pasa por encontrar un inmueble bien comunicado con más de cien metros cuadrados disponibles.
El empeño de los impulsores de mantener esta reivindicación se basa en el éxito que tienen otros museos de este tipo en España. Incluso estiman que pueden recibir más de 200.000 visitas al año.
Uno de los atractivos de este tipo de museos es la interactividad que permite a sus visitantes porque buscan explicar de una manera entretenida los secretos que encierran fenómenos naturales como tsunamis o terremotos y materias tan mediáticas como la energía nuclear o las fuentes renovables.